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Teoría del conocimiento

 Teoría del conocimiento

 

 Juan José Angulo de la Calle

 

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Introducción al concepto 

 

La filosofía occidental ha procurado definir en qué consiste el conocimiento válido, distinguiéndolo de la ignorancia y de la mera opinión.  Según ella, el conocimiento más riguroso es la ciencia porque es comprobable y tiene criterios .  No hay ciencia de la ciencia, por lo que para tratar teóricamente la ciencia se requiere una reflexión acerca de ella, que es la filosofía de la ciencia.  Sin embargo, para analizar la filosofía de la ciencia y ver su relación con el concepto de conocimiento y las distintas maneras del saber se requiere una teoría del conocimiento.

 

En Occidente, el conocimiento tratado aquí es el tecno-científico (hay más: estético, lógico, interno...).  Interesa el saber científico porque es contrastable y sistemático.  La teoría del conocimiento parte de él, es una reflexión del conocimiento desde la ciencia, pero puede servir de modelo para otras ramas del conocimiento.  La filosofía que pretenda tratar el conocimiento debe ser interdisciplinar: tener parte de reflexión y parte de las aportaciones de las ciencias particulares.

 

La teoría del conocimiento pone en suspenso las ciencias, no las da totalmente por válidas y analiza la ciencia (y el propio concepto de saber).

 

Las actitudes filosóficas son demasiado generales.  El saber con un fundamento tecnocientífico solamente puede ser tal por medios operativo y operacional, si se expresa en la experiencia y dice algo concreto.  Este conocimiento científico viene de hipótesis plausibles.  

 

Si la teoría del conocimiento quiere examinar el conocimiento científico debe mirar la forma lógica del conocimiento científico.  Por eso una teoría del conocimiento y de la ciencia deben ir juntos, la teoría del conocimiento debe mirar cómo son las diferentes teorías científicas concretas y abstraer una teoría de la ciencia en general.  Hace falta un modelo científico para analizar los contenidos.  Sin pensar metódico, no hay ciencia ni filosofía, pero hace falta una base de referentes reales.  

 

La teoría del conocimiento requiere interdisciplinar: metodología, lógica, referentes científicos.  La era de la información actual no está cualificada con validez porque no hay elementos claves de la filosofía o reflexión y filtros del pensamiento que permitan ver qué es contenido válido o justificado y qué es pseudosaber o bulos.

 

Quizás la filosofía, en tanto metateoría, pueda servir de puente entre las distintas disciplinas científicas y, juntas, poder formular una teoría de la ciencia y una teoría del conocimiento. 

 

Hay varias teorías del conocimiento.  En filosofía occidental, las principales serían: el racionalismo, el empirismo-positivismo y el pragmatismo.

 

Racionalismo

 

El racionalismo es históricamente la teoría más defendida.  Los representantes más importantes son: Parménides, Platón, Aristóteles (en parte), Kant (en parte), Frege, Hegel, Boole...

 

Descartes da a la filosofía un carácter matemático, sitúa como fuente de certeza el método lógico racional.  Busca un conocimiento seguro, usa la duda metódica para llegar a la verdad.  Verdadero es lo que viene del método.  Duda de todo, hasta de que existe; pero si duda y se equivoca, debe haber alguien que dude y se equivoque; por tanto, la certeza es que existimos.

 

Hay cuatro formas de conocimiento: entendimiento (discierne la noción de verdad), imaginación, memoria y sentidos.  El entendimiento llega a la verdad porque es el que dota de un método que da certeza, pero los demás modos; pero es el entendimiento el que es predominante en el racionalismo.  Se obtienen datos de la experiencia, memoria e imaginación, mas para que tengan un orden en lo certero, en lo teórico y sistemático, hace falta una teoría, dada por el entendimiento.

 

Hay dos partes del entendimiento: intuición y deducción.  Intuición es discernir las cosas racionales y la deducción es la capacidad de conectar cosas por entendimiento.  El conocimiento viene de la razón, pasa por lo material por la influencia de las ideas que recibo pasivamente de los sentidos y que crean ideas.  

 

Descartes dijo que sólo queda admitir que hay un mundo externo dependiente de las ideas (la veracidad de Dios nos supone la veracidad del mundo; dentro de nuestras ideas está la idea de infinito, que no puede venir de un ser finito, así que viene de un ser infinito, Dios, que hace que el mundo sea verídico y no un engaño).   

 

La certeza o el saber certero viene de las ideas (el pienso, luego existo), así que el saber fundamental viene de la razón y el entendimiento.  Para Descartes, el pensamiento es fundamental, es la creación científica.  Viene del sujeto pensante (base del saber certero) y todo lo demás debe ser conocido por la lógica.

 

Kant pone límites al racionalismo.  El conocimiento analítico o lógico da verdades certeras, pero no da saber nuevo (e.g. los metales son conductores, luego el hierro es conductor).  El saber nuevo procede de los datos de los sentidos.  Pero no son un haz caótico, así que debe tener un orden.  Kant establece que hay unos puntos de partida del conocimiento (unos aprioris) que permiten focalizar los datos de los sentidos.  Estas estructuras que ponemos presuponen los juicios sintéticos apriori (universales, matemáticos o categóricos).  Sin embargo, son dudosos tales tipos de juicios.

 

El racionalismo queda como una teoría que da seguridad, la razón es vista como autónoma y autárquica.  Pero queda como aislada precisamente por ello.  Las teorías racionalistas degeneran en posiciones que no pueden demostrarse empíricamente o por los sentidos, quedan como puras conceptualizaciones que no pueden ser comprobadas o contrastadas.

 

 Empirismo

 

El empirismo señala que el conocimiento proviene de los datos de los sentidos.  Las ideas solamente serían unas generalizaciones de la repetición de unos hechos percibidos por los sentidos.

 

La ciencia tiene que tener unos principios.  Según Bacon, la ciencia es inductiva: parte de los datos de los sentidos y si percibe que se repite un fenómeno porque se da en muchos casos, realiza generalizaciones.

 

Locke escribió un Ensayo sobre el conocimiento humano, es el padre de la teoría del conocimiento (él la formuló de forma explícita por primera vez en Europa).  Según él, las representaciones que se tienen acerca de la realidad proceden de los sentidos y las conceptualizaciones son la ordenación de las ideas acerca de la realidad.  El alma es un papel en blanco que se va formando a través de las impresiones sensoriales.

 

Hume es más extremista.  Critica la causalidad.  No se puede aseverar que haya causas.  Se puede certificar que un fenómeno se da cuando se da otro, pero solamente se ve uno y el otro; ésto es lo único que se ve, así que no es conocimiento hablar de causa y efecto.  Se puede observar que se da un fenómeno tras otro en un caso, pero no se puede comprobar que se da en todos los casos a lo largo del tiempo.  Puede darse el caso de que no se dé esa supuesta causalidad en el futuro. Esta problemática la trató Russell con el ejemplo del pollo empirista: como todos los días le daban de comer, pensó que todos los días le iban a dar de comer, hasta que llegó el día de Navidad y le mataron para la cena.

 

El positivismo procura salvar lo teórico en lo empírico.  Positivismo es la comprobación de hechos.  Es una actitud epistemológica sobre estos puntos: 1) el conocimiento humano (sólo procedente de los conceptos derivados de los hechos perceptibles de la ciencia); 2) para obtener conocimiento hay impresiones (sensaciones); 3) todo lo que va más allá de lo sensible no es objeto de conocimiento de conocimiento humano; 4) todo lo positivo es antimetafísico.

 

El saber es el tratamiento científico de los hechos comprobables de forma sistemática y experimental.  Las ciencias verifican porque comprueban experimentalmente. Fuera de ésto, todo es metafísica que no dice nada del mundo y es pura abstracción sin contenido.

 

El Círculo de Viena retoma el positivismo y lo aúna a la filosofía del lenguaje.  Considera que el saber es el conjunto de proposiciones que hablan de hechos comprobables por la experiencia y la datación experimental.

 

Sin embargo, Popper señala que la ciencia no comprueba.  Puede apuntar que un fenómeno se da muchas veces, pero no que se va a dar en todos los casos (que no han sido comprobados porque son casi infinitos).  Por tanto, la ciencia no verifica.  Como mucho contrasta.  Permite afirmar que una ley no se sostiene si no se da en un caso: si no se da una generalización en un caso, no puede darse en todos los casos (e.g. la afirmación "los cuervos son negros" se puede sostener hasta que se encuentre un cuervo blanco).  

 

Ésto nos lo comunica la reflexión y la razón, así que es muy válido lo teórico y no lo experimental.  Para Popper, por lo anteriormente descrito, no existe la inducción y es injustificable; y la deducción da validez y es justificable porque en ciencia se hacen reglas generales y luego se contrasta.  Plantea una nueva lógica, postula un modus tollens (se plantea una norma general, no se da en un caso; conclusión: no se da la norma).  La crítica permite una mejor formulación de las teorías.

 

Khun es más radical.  Entiende que las teorías científicas y del conocimiento son inconmensurables.  Es decir, lo que sentimos es entendido bajo una teoría (la experiencia está cargada de teoría, que diría Hanson), y cada teoría es incomparable con otras porque tiene puntos de partida diferentes.  No hay justificación de una sobre otra, se dan cambios de teoría por revoluciones científicas (se ve que hay una anomalía o caso inexplicable en la ciencia normal y, por discursos retóricos, es sustituida una por otra).  Feyerabend es más radical y señala que, dada la inconmensurabilidad, no hay método: todo vale en el conocimiento.

 

Lakatos, por su parte, acepta los resultados de la historia de la ciencia y se pone en medio de Khun y Popper.  No somos irracionales, así que debe haber una reconstrucción racional y no se puede refutar a Popper del todo.  Hay mecanismos auxiliares para defender una teoría ante críticas (por argumentos para el caso o ad hoc).  La ciencia no evoluciona por enfrentamiento entre teorías, son las teorías las que se confrontan con los hechos.  Lo que cuenta es la progresión de un programa (de una teoría) con los hechos hasta que los hechos hagan que la teoría sea insostenible.  No se cree que unas críticas afecten mentras se mantenga el núcleo de la teoría.  Acepta la proliferación de teorías de Khun y, en parte, el falibrismo de Popper.  Independientemente de las teorías, todas se remiten a los hechos.

 

A pesar de todo, no hay una historiografía completa de la ciencia (ni en Khun, ni en Feyerabend, ni en Lakatos) como para decir que las teorías se sustituyen por motivos ajenos a la justificación.  No hay esta ratificación.  Además, se da realmente un progreso en las ciencias (e.g. la teoría de la relatividad de Einstein recoge los planteamientos de Newton y los amplia).

 

Fuera aparte de todo, hay que señalar que el saber sensorial es procesado por el cerebro.  El cerebro es un producto evolutivo, resultado de las cribas de la selección natural.  Por tanto, algo de lo que pensamos tendrá correlación con la realidad o se ajusta de alguna manera a ella, de forma que permita la adaptación.  

 

Según Damasio, un daño en el cerebro puede dar a un embrutecimiento de las emociones y, por tanto, a la incapacidad de abstraerse.  Las emociones remiten a la amígdala, que es la base de toda la actividad cerebral.  Ella trata de las respuestas ante el peligro y a la calma.  Esta base emocional es la que permite tener empatía, con la cual se puede abstraer, hacer generalizaciones y formar ideas.  

 

Un cerebro adaptado al entorno no implica que tenga el saber de las cosas, pero puede ser buen indicador lo que piense porque está adaptado a la realidad de alguna manera y de alguna forma es una parcial garantía.

 

Pragmatismo 

 

 Según este planteamiento, el conocimiento se supedita a la forma de ser de las personas.  

 

Peirce caracteriza el método científico correcto por medio de la aplicación práctica que realiza.  Define la verdad por el criterio de la eficacia práctica (juicios y estados de las cosas conformes).  Los criterios científicos lo descubren.

 

James dice que no se trata solamente de poner criterios para distinguir proposiciones sensatas, sino que lo que se dice tiene que tener consecuencias prácticas (si es así, si redunda en algo que se pueda comprobar y es útil, entonces es verdadera tal afirmación).  Son criterios utilitarios y su fin es la utilidad.  Relaciona las proposiciones y las satisfacciones que dan.  La evaluación del mundo como una parte para lograr éxito en la vida es lo primordial.  El éxito en la vida es la muestra de que se tiene el conocimiento.

 

Dewey está convencido de que la posibilidad de aplicación práctica es válida si tiene eficacia práctica.  Es instrumentalidad.  Convierte al mundo en algo instrumental.  Los juicios se dividen en valores satisfactorios y no satisfactorios.  No habrá diferencia entre conocimiento y evaluación de resultados.  Estos criterios vienen impuestos por su eficacia.

 

El pragmatismo es demasiado utilitarista y utilitario.  Porque algo sea útil no implica que sea verdad, ello es algo que debe ser demostrado o tener algún tipo de validez según un criterio.  Y no se puede remitir a los resultados prácticos para dar validez porque la teoría debe sostenerse por ella misma, por sus propios planteamientos. 


 

Bibliografía:

 

-Arana, J. R. (2005): Balada de la filosofía y de la ciencia.  Barakaldo: Librería San Antonio.
 
-Arrieta, A.  (2015): Filosofiarako sarrera bat.  Bilbao: Euskal Herriko Unibertistateko Argitalpen Zerbitzua. 
 
-Bunge, M. (2014): La ciencia, su método y su filosofía. Buenos Aires: Editorial Sudamericana.
 
-Damasio, A. (2022): El error de Descartes.  Barcelona: Destino. 

-Navarro, J. M. & Calvo, T. (1982): Historia de la filosofía. Madrid: Anaya.

-Popper, K. (1967): La Logica de la Investigacion Cientifica. Madrid: Tecnós.
 
-Popper, K. (1972): Conjeturas y refutaciones. Buenos Aires: Paidós.

-Kuhn, T. S. (1975): La estructura de las revoluciones científicas. México D.F. : Fondo de Cultura Económica.
 
-Kuhn, T. S. (1989): ¿Qué son las Revoluciones Científicas? y otros ensayos. Barcelona: Paidós.

-Lakatos, I. (1974): Historia de la ciencia y sus reconstrucciones racionales. Madrid: Tecnós.

-Quine, W. V. O. (1962): La relatividad ontológica y otros ensayos. Madrid: Tecnós.
 
-Quine, W. V. O. (1968): Palabra y objeto. Barcelona: Labor.

-Russell, B. (1991): Los problemas de la filosofía. Barcelona: Editorial Labor. 
 
-Russell, B. (2008): Historia de la filosofía.  Madrid: Espasa Calpe.
 
-Tarnas, R. (2021): La pasión de la mente occidental.  Girona: Ediciones Atalanta. 
 
-Ursua, N. (1993): Cerebro y conocimiento: un enfoque evolucionista.  Barcelona: Editorial Anthropos 
 

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Literatura filosófica: "El asesinato de Aristóteles"

 Literatura filosófica: "El asesinato de Aristóteles"

 

Juan José Angulo de la Calle
 
 
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Aristóteles fue el filósofo más importante de Grecia.  Sus escritos abarcan toda clase de saberes: metafísica, lógica, retórica, política, ética...   
 
También fue maestro del joven Alejandro Magno.  Entre otras cuestiones, le enseñó a que la mente debe gobernar las emociones, de forma que se puedan realizar las virtudes.  Le inculcó, sobre todo, la virtud moderación para tratar su voluble y destructiva ira.  Aristóteles consideraba que la virtud es la acción que esté en el justo medio porque los excesos son extremistas (e.g. no hay que ser ni cobarde ni temerario, sino valiente).  La prudencia sería la virtud principal porque pone un justo medio entre las normas de las virtudes intelectivas (o generales, como la Justicia) y las virtudes morales.  La práctica de la virtud proporcionaría la felicidad porque produciría un placer y satisfacción moderado (alejado de los placeres excesivos y, por tanto, dañinos).
 
En la novela El asesinato de Aristóteles de Marcos Chicot, se relata que así como el rey macedonio Alejandro es magnánimo con los pueblos conquistados, es pronto a la ira con sus más allegados.  Se hace una correlación en el texto entre la ira de Alejandro Magno y la de Aquiles, una cólera terrible que hizo que dejara de luchar en Troya y provocase que los troyanos hicieran estragos en los griegos.
 
La novela cuenta la última etapa de la vida de Alejandro Magno, en todo su esplendor y dispuesto a nuevas conquistas.  Es el hegemón -líder supremo- de Grecia y ello genera tensiones políticas por su incipiente imperialismo, sobre todo en el poder que todavía conservaba Atenas entonces.  Ello genera fuertes enfrentamientos entre enemigos de Macedonia y los que tienen respeto a su enorme poder militar.  Lo que lleva a que haya atenienses importantes tengan odio hacia el filósofo Aristóteles, que fue maestro de Alejandro y al que consideran un espía.  Muchos desean su muerte y desearían su linchamiento, pero el maestro todavía dispone de la protección de Alejandro.
 
En la narración, Aristóteles no se mete en política, pero da una conferencia de filosofía política, habla acerca de varias reflexiones acerca de la sociedad.  Aristóteles considera que el ser humano es un animal político porque tiene el habla y ello le conduce a socializar, además de que es el ser que necesita la sociedad para subsistir y para lograr desarrollarse como personas.  
 
Su metafísica designa que todo tiene una finalidad u objetivo, una forma de ser potencial a la que se tiende; ya que si se observa la naturaleza todo ser parece tener un fin o sentido, todo tiene una forma presente y una forma potencial (e.g. el fin de una semilla es llegar a ser planta; el fin del niño es madurar hasta convertirse en un adulto responsable, etc.).  
 
El fin de la ética o las costumbres es lograr la felicidad porque es a lo que tiende el ser humano, es su finalidad; de la misma manera, el fin de la política es potencialmente proporcionar los medios de obtener los objetivos de las personas, como la felicidad de los ciudadanos y la justicia.  Por tanto, los gobernantes que administran para satisfacer únicamente sus propios intereses serían corruptos e injustos.  
 
Entiendo que estas aseveraciones últimas de la conferencia van contra los enemigos de Macedonia, que quieren mantener lo poco que queda del antiguo imperialismo ateniense para sus propios beneficios particulares.  
 
Aristóteles consideraba que había tres tipos de gobierno: monarquía, aristocracia y democracia.  Sus versiones corruptas serían la tiranía, la oligarquía y la demagogia.  Los enemigos de Aristóteles quieren procurar la oligarquía en la democracia ateniense, enfrentados a los discursos populares de Demóstenes y las consideraciones de Aristóteles.  
 
Según él, el mejor régimen sería una república de democracia moderada en la que la base en la que reposaría es la clase media porque haría de mediadora entre ricos y pobres, siendo un justo medio que beneficia a toda la sociedad y teniendo en cuenta a todas sus partes o clases sociales. 
 
Ocurren tensiones políticas que revuelven Atenas: como la aceptación del exilio del tesorero corrupto de Alejandro que provoca un conflicto con Macedonia; como la condena al político moderado Demóstenes, que conduce a que tome fuerza en la Asamblea el partido antimacedonio, dispuesto a ir a la guerra contra Alejandro Magno... pero el momento cumbre fue la muerte de Alejandro, la cual conllevó a que Aristóteles perdiera la protección que tenía.  Ya nada impedía que fueran en turba a asesinar a Aristóteles...
 

-Bibliografía:

 


-Arana, J. R. 2005: Balada de la filosofía y de la ciencia.  Barakaldo: Ediciones de Librería San Antonio.


-Aristóteles 1980: La metafísica. Madrid: Editorial Espasa-Calpé.


-Aristóteles 1999: Moral, a Nicómaco.  Madrid: Espasa Calpe.
 
-Aristóteles  2000: Política.  Madrid: Editorial Espasa Calpe.
 
-Chicot, M.  2025: El asesinato de Aristóteles.  Barcelona: Editorial Planeta. 
 

-Arrieta, A. & Uribarri, I. (koord.)  2008: Filosofiaren historioa.  Donostia: Elkar.


-Diógenes Laercio 2007.  Vidas de los Filósofos Ilustres.  Madrid: Alianza Editorial.
 
-Platón  1994: La república.  Barcelona: Fontana.
 

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Kafka y la burocracia

 Kafka y la burocracia

 

 

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Kafka era un gran escritor y describió muy bien la burocracia (aunque de una forma exagerada y caricaturizada): escribió novelas acerca del funcionamiento de la burocracia y cómo lo que en principio ella era un modo de organización de las cuestiones, un medio, se acaba convirtiendo en un fin.

 

El objetivo es el continuismo de la burocracia, que toma cuerpo aparte y que hace que las personas sirvan al aparato burocrático, en lugar de su descrita función principal de que la burocracia ayude a la gente, con una administración organizada.

 

Se ve bien en El castillo, en la que se presenta una administración (situada en un castillo)  de difícil acceso y que acaba por no recibir a la gente; y en El proceso, en el que se da un juicio más basado en procedimientos incomprensibles (por eso el abogado era muy respetado y halagado) y cuyo procesamiento se debía más a factores irracionales de los juristas (que te juzgaban más por la apariencia de culpabilidad, que por las declaraciones del acusado).



 

Bibliografía:

 

-Kafka, Franz  2006: El castillo.  Madrid: Alianza Editorial.

-Kafka, Franz  2016: El proceso.  Madrid: Valdemar.

2025(e)ko urtarrilaren 6(a), astelehena

Filosofía de la ciencia

Filosofía de la ciencia

 

Juan José Angulo de la Calle
 
 
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En el siglo XIX, Compte defendió que la verdad está en los hechos.  Su positivismo afirmaba que el conocimiento consiste en el saber acerca de los hechos positivos probados en las ciencias.  La ciencia, a través de experimentación, verifica que se da lo que afirman las teorías.  Las ciencias prueban que se dan fenómenos y sucesos, así como explica sus causas y relaciones

 

Wittgenstein, en su Tractatus logico-philosophicus, consigna que el lenguaje es referencial porque por medio de él hacemos descripciones y nos referimos a los sucesos del mundo.  Fuera de los hechos comprobados, no hay verdadero lenguaje, sino un vago evocar metafísico.  De lo que no se puede referir, no se habla realmente.



El Círculo de Viena o la escuela positivista lógica continúa la línea del primer Wittgenstein y afirma que, de lo que no se puede hablar, es mejor callar.  Defienden que la verdad está en los hechos, que de las proposiciones formales y referenciales se conocen los sucesos del mundo, que el lenguaje es lógico o tiene una estructura lógica (porque el lenguaje es referencial y las proposiciones se pueden ordenar de forma lógica), y que a través de la experimentación se pueden verificar las afirmaciones de la ciencia.



Sin embargo, Popper señala que la ciencia no puede verificar.  Porque la ciencia, en sus experimentos, puede comprobar que un suceso se da en un caso, en otro y en más; pero no puede comprobar que se da en todos los casos que se dan a lo largo del tiempo.  Russell presenta este problema del empirismo con su ejemplo del pollo empirista: un animal que, como todos los días le dan de comer, induce que le van a dar de comer todos los días de su vida... hasta que llega el día de Navidad.



Popper señala que la ciencia, como mucho, contrasta.  Permite la crítica y tiene criterios de falsación: muestra el criterio crítico por el cuál se puede falsear una teoría.  Si se señala que "todos los cuervos son negros", se puede comprobar casos en los que los animales son negros y bastaría encontrar uno blanco para refutar lo afirmado.  La ciencia tiene criterios de contrastación, es falsable, indica en qué casos una teoría puede ser demostrada como falsa.



Por su parte, Khun hace referencia a la historia de la ciencia y señala que los cambios en ciencia no se dan por justificación racional (por convencer con una teoría demostrada mejor), sino por revoluciones científicas.  Indica que hay momentos de ciencia normal, en la que la comunidad científica funciona con un paradigma o unos fundamentos compartidos, y no se sale de ella.  De pronto, surgen anomalías o sucesos que ponen en cuestión al paradigma y se van formando teorías revolucionarias que rompen con lo establecido.  Como ambos paradigmas tienen presupuestos, conceptos y métodos distintos (son inconmensurables), el cambio de paradigma se da por revolución: por persuasión, por cambio generacional y otros factores que no tienen que ver con la justificación de la teoría, la deducción y la victoria de un debate racional.  Feyerabend va más lejos y defiende que hay un "anarquismo metodológico"), que no existe método científico de por sí y que "todo vale".



Sin embargo, no ha habido ninguna historiografía completa de las ciencias que puedan demostrar ésto, ni por parte de Khun, ni de Feyerabend, ni de Lakatos.  En cambio, encontramos que las nuevas teorías son más explicativas, más completas, más rigurosas y más metódicas que sus antecesoras.  e.g. La teoría de Newton se haya dentro de la teoría de la relatividad de Einstein bajo ciertos parámetros, y la teoría de Einstein, de forma matemática, explica mejor y de forma más rigurosa los fenómenos físicos que su predecesora.

 

Bibliografía:


-Bunge, M. (2014): La ciencia, su método y su filosofía. Buenos Aires: Editorial Sudamericana.
 
-Damasio, A. (2022): El error de Descartes.  Barcelona: Destino. 

-Navarro, J. M. & Calvo, T. (1982): Historia de la filosofía. Madrid: Anaya.

-Popper, K. (1967): La Logica de la Investigacion Cientifica. Madrid: Tecnós.
 
-Popper, K. (1972): Conjeturas y refutaciones. Buenos Aires: Paidós.

-Kuhn, T. S. (1975): La estructura de las revoluciones científicas. México D.F. : Fondo de Cultura Económica.
 
-Kuhn, T. S. (1989): ¿Qué son las Revoluciones Científicas? y otros ensayos. Barcelona: Paidós.

-Lakatos, I. (1974): Historia de la ciencia y sus reconstrucciones racionales. Madrid: Tecnós.

-Quine, W. V. O. (1962): La relatividad ontológica y otros ensayos. Madrid: Tecnós.
 
-Quine, W. V. O. (1968): Palabra y objeto. Barcelona: Labor.

-Russell, B. (1991): Los problemas de la filosofía. Barcelona: Editorial Labor. 
 
-Ursua, N. (1993): Cerebro y conocimiento: un enfoque evolucionista.  Barcelona: Editorial Anthropos 

2024(e)ko abenduaren 10(a), asteartea

"Las leyes" de Platón

 Las leyes de Platón

 

 Juan José Angulo de la Calle

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En principio, Platón defiende que deberían gobernar los filósofos o que deberían convertir en filósofos a los gobernantes.  Considera que deben gobernar los sabios porque son los tienen el conocimiento de la política, debe gobernar el que sabe, y porque solamente los filósofos disponen del concepto propio de la Justicia y pueden, por mor de ello, aplicarlo. Una ilegítima dictadura, en realidad. Esto es lo que defiende en su diálogo de La República.


Sin embargo, en su vejez renuncia a esta propuesta por considerarla idealista y escribe Las leyes.  En este diálogo afirma que las leyes aseguran el cumplimiento de las directrices de la virtud, de la razón. Las leyes pueden fomentar la razón y la virtud porque dan regularidades y normas que pueden estar más allá de las pasiones y los meros caprichos, ya que son deberes generales y alejados de los intereses particulares. La ley sería la forma de fomentar unos hábitos de vida y de convivencia que lleven al equilibrio sensato de la razón y la armonía.


Según Platón, las mejores leyes son aquellas que desarrollan la virtud del valor y también el resto de las virtudes (templanza, prudencia, justicia y entereza).  En primer lugar, se valora el valor para la protección estatal en caso de guerra, y luego se valoran el resto de virtudes rectoras necesarias en tiempos de paz (templanza, prudencia, entereza y, sobre todo, la justicia).

 

La ley regula las pasiones (por medio de la educación, las recompensas y castigos...). Considera que se habla de ley cuando el juicio de la razón se convierte en una decisión general del Estado porque van más allá de las irracionales pasiones.

 

Platón, en este texto, defiende que las leyes procuren generar un Estado que funcione como una comunidad unida y grupal, en el que los individuos se orientan al considerado bien colectivo (metiéndose incluso en los matrimonios, que son orientados al bien de la Ciudad, en lugar de estar dirigidos por el agrado particular).  Todo debe servir para obedecer a la noción de Justicia general, basada en la igualdad formal y en la distribución de poder proporcionada para los ciudadanos-soldados de todas las clases..

 

Entre otras medidas, las leyes de Platón ponen límite a las ganancias de los ciudadanos para evitar la pasión de la avaricia, fomentan las comidas colectivas para conformar unidad y amistad entre los conciudadanos (como en Esparta), exhortan por persuasión hasta con la concertación de los matrimonios por ley (que son orientados al bien de la Ciudad, en lugar de estar dirigidos por el agrado particular), establece la educación como pública (en gimnasios y festivales de música -en los que se transmiten canciones artísticas, pero también técnicas y moralizantes-) y muchas más.  

 

Todas ellas orientadas para dirigir la vida de los ciudadanos de forma que sirvan a la comunidad (y a la razón, cumpliendo las virtudes) y reduciendo las posibilidades para llevar una vida individual libre efectiva.  El individuo queda sujeto al interés general, primando lo colectivo sobre lo particular.  Pretende formar un grupo encorsetado y homogéneo.

 

 Bibliografía

 

-Arana, J. R. 2001: Hacia un nuevo Platón. Barakaldo: Ediciones de Librería San Antonio.

 

-Arrieta, A. & Uribarri, I. (koord.)  (2008): Filosofiaren historioa.  Donostia: Elkar.

 

-Chátelet, F.  1967: El pensamiento de Platón.  Madrid: Editorial Labor.

 

-Platón 1988: Las leyes.  Madrid: Akal.


-Platón 1994:  La República o el Estado.

 Barcelona: Edicomunicación.

2024(e)ko abenduaren 9(a), astelehena

Anécdotas de Diógenes, el perro

 Anécdotas de Diógenes, el perro


Juan José Angulo de la Calle


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El maestro de Diógenes de Sínope era Antístenes, discípulo de Sócrates.  Le llamaban: el "perro".  Un día, en una fiesta unos comensales le tiraron la comida, como a los perros.  Su respuesta fue alzarse, levantar la pierna y orinarse encima.

 

 ***

 

Diógenes, una mañana, fue con una linterna por Atenas mientras decía: "busco un ser humano".  Cuando se acercaban hombres, él replicaba: "busco personas, no escoria".

 

***

 

Un día se masturbó en público.  Le increparon.  Su respuesta fue:

 

-Ojalá se quitara el hambre frotando la barriga.

 

 ***

 

Cierto día coincidieron Alejandro Magno y Diógenes, el cínico.  

 

-Soy Alejandro, rey de Macedonia -dijo el soberbio rey-.

 

Y respondió Diógenes:



-Y yo soy Diógenes, el perro.

 

El rey macedonio quedó admirado con la naturalidad y sencillez de la sabiduría de Diógenes.  Le dijo, entonces:



-Te admiro.  Pídeme lo que quieras y te lo daré.



-Pues apártate, que me quitas el sol.



El gran rey dijo, admirado:



-Si no fuera Alejandro, rey de Macedonia, querría ser Diógenes.


-"Cinismo, la Escuela del Perro": https://juanjoseangulodelacalle.blogspot.com/2022/05/cinismo-la-escuela-del-perro.html


Bibliografía:


-Diógenes Laercio (2007)Vidas de los Filósofos Ilustres.  Madrid: Alianza Editorial.


-Schlanger, J. (2000): Sobre la vida buena. Madrid: Editorial Síntesis.


2024(e)ko ekainaren 24(a), astelehena

Las teorías de la verdad

 Las teorías de la verdad


Juan José Angulo de la Calle



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La realidad es el entorno en el que vivimos, es todo lo que existe.  La verdad sería la descripción de esa realidad, lo más cercana a la realidad descrita.  Sin embargo, hay varias teorías acerca de la verdad.

 

    El realismo ingenuo es la teoría de la verdad que refiere que la verdad es objetiva y que es la mera descripción de la realidad.  Éste es el planteamiento más básico, pero es demasiado ingenuo porque no delimita la separación que hay entre realidad y verdad, cuando el mapa siempre será diferente del territorio.  Es demasiado simplista.

 

    La teoría coherentista de la verdad defiende que, si bien la verdad debe ser la datación de lo existente, hay unas condiciones de posibilidad de la misma.  La teoría de la verdad coherentista defiende que la verdad debe ser sustentada con una teoría bien construida.  Dado que no podemos salir de nuestras propias teorías, la mejor teoría sería la que estuviese mejor estructurada.  Por ello, la verdad debería ser lo más coherente posible.

 

    El pragmatismo de Pierce defiende que la verdad es el resultado de las conclusiones de la práctica científica.  El pragmatismo de James, por su parte, defiende que la verdad es lo que es práctico, es verdad lo que es útil y se ha probado que sirve para algo (porque ha probado y comprobado algo).


Putman, por su parte, defendería una teoría internalista de la verdad.  La verdad, lo que se pueda saber de la realidad, está limitada a la propia teoría (porque no se puede salir de ella nunca) y la verdad se encontraría dentro de los presupuestos internos de las teorías. 

 

Putnam recuperó la vieja noción de que pudiéramos vivir en una realidad ficticia. Planteó la posibilidad de que, en realidad, fuésemos unos cerebros conectados a un ordenador que nos diese todas las sensaciones y no sumiese en una realidad virtual. El filósofo de la ciencia quería transmitir que, de facto, para las personas daba igual la realidad externa, aunque fuese virtual, porque no hay forma de salir de nuestras propias teorías. 

 

De lo que se trata, entendía, no es tanto buscar corroboración externa (inexistente porque todo fenómeno de la experiencia está previamente concebido y esperado por la teoría); sino buscar construir una teoría consistente, digna de ser proclamada como verdad. Su teoría de la realidad era un realismo internalista, una suerte de teoría coherentista de la verdad que no se atrevía a reconocerse como tal, como coherentista. Para efectos prácticos, bien pudiera ser que estuviésemos en una realidad virtual.

 

-Mora, F. (1994): Diccionario de Filosofía.  Barcelona: Ariel.

2024(e)ko ekainaren 23(a), igandea

La Paz Perpetua de Kant

 La paz perpetua de Kant


Juan José Angulo de la Calle



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Según Kant, el motor de la historia es la guerra. Por medio de ella, las tierras se reparten mejor y, así, se construyen imperios más civilizados e ilustrados.  Por ejemplo, Prusia, donde reinaba el despotismo ilustrado.  

 

Sin embargo, al final las guerras son perjudiciales para la economía y la paz perpetua se acaba imponiendo al formarse un Estado Mundial, encargado de establecer un derecho internacional con las garantías de un Estado que sea responsable de controlar que no haya guerras y tomar medidas efectivas para erradicarlas y sancionarlas.



Dicho estado sería republicano, centrado y cimentado en la res publica o con el deber de establecer una comunidad de ciudadanos comprometidos; pero podría ocuparlo un rey.  Debería haber división de poderes, aunque el rey los ocupe todos (pero estableciendo claramente las funciones y procedimientos particulares en todo momento).

 

A partir de una estructura supranacional con plenos poderes, se podrá sancionar a los países que declaren guerras y se podrá parar todas las guerras.  En un mundo feliz.

 

 -Kant, I. (1997): Filosofía de la historia.  México D.F.: Fondo de Cultura Económica.

2024(e)ko maiatzaren 31(a), ostirala

El ecologismo de Hans Jonas

 El ecologismo de Hans Jonas


El principio de responsabilidad de Hans Jonas


Juan José Angulo de la Calle


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Hans Jonas critica la ética tradicional.  La moral occidental tradicional había tratado acerca del deber y la virtud, básicamente consistía en una serie de normas de convivencia.  Jonas considera que tenía su sentido este planteamiento en su momento porque no había problemáticas que exortaran a planteárselo de otra forma.

 

Ahora que la contaminación puede conducir a desastres ecológicos y al cambio climático, la ética no debe limitarse a la convivencia porque se debe atender a cuestiones más primarias o fundamentales, como la supervivencia de la vida humana en la Tierra.

 

Entonces, Jonas postula su principio de responsabilidad.  Exorta a que se procure que la producción se reduzca, de modo que los efectos contaminantes se vean eliminados.  Para ello, plantea un tipo de producción austero y que nos desvíe de un crecimiento exponencial de la producción industrial que dilapide los escasos recursos naturales y que conlleve una consecuente gran contaminación industrial.  Plantea una suerte de decrecimiento y de producción limitada.

[De este concepto de principio de responsabilidad se derivó la noción de desarrollo sostenible].

 

Sin embargo, no explica cómo en el capitalismo se puede limitar la producción o si sería posible en él.  Para que haya desarrollo económico tiene que haber crecimiento y él solamente se logra por reducir costos (no gastar en producciones limpias) y aumentar la producción para abaratar los productos (por no hablar que la competitividad obliga a producir cada vez más rápido productos punteros y efímeros que reemplacen a los anteriores).  

 

No hay manera que en el modo de producción capitalista se dén posibilidades al principio de responsabilidad porque responden a otros funcionamientos materiales y a intereses particulares de una minoría que procura sacar el máximo beneficio y sin importar los costes, por no hablar de las exigencias de la competitividad en el libre mercado.  El principio de responsabilidad no se puede dar mientras exista el sistema capitalista.

 

Bibliografía:

 

-Jonas, Hans (1995): El principio de responsabilidad: Ensayo de una ética para la civilización tecnológica.  Barcelona: Herder Editorial.

 

-Kant, Immanuel (2001): Crítica de la razón práctica.  Madrid: Alianza Editorial.

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